Psicología del deporte y motivación para atletas de resistencia
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Por Ben Foodman
Objetivo
La forma en que te fijas metas como atleta es crucial para tu éxito. Pero comprender la razón subyacente por la que haces lo que haces como atleta es el combustible de tu motivación. Por ejemplo, muchas de las personas que leen este blog probablemente usan los productos Tailwind para mejorar su rendimiento y mantenerse hidratadas con un suplemento altamente eficiente en términos de absorción, su capacidad para adaptarse bien al estómago y que también cubre tus necesidades de electrolitos. Pero esto solo te dice lo que sucede cuando usas suplementos Tailwind. Las razones del "por qué" pueden incluir explicaciones como mantener activas las bombas de sodio y potasio para potenciales de acción continuos, mantener el eje intestino-cerebro en un estado positivo y una variedad de otros factores subyacentes importantes. Cuando abordas por qué haces lo que haces, estás explorando la verdad de tus acciones a nivel celular. Por eso, cuando los atletas vienen a consultarme sobre su rendimiento mental, una de las primeras cosas que exploro con mis clientes es por qué hacen lo que hacen.
Entendiendo por qué y cómo descubrirlo
Antes de profundizar en el porqué de un atleta, primero debemos definir qué son las metas. Los expertos en psicología deportiva las definen como objetivos que grupos o individuos intentan alcanzar dentro de parámetros específicos. Ejemplos de metas podrían ser competir en una maratón, aumentar la fuerza del tren superior, mejorar la resistencia cardiovascular, etc. También es importante que las metas sean lo más detalladas posible, ya que cuando los atletas establecen metas desafiantes y específicas, las investigaciones sugieren que tienen más probabilidades de mejorar su rendimiento, especialmente en pruebas de resistencia. Comprender qué son las metas y cómo establecerlas es un primer paso importante, ya que este proceso ayuda a los atletas a establecer el plan para lograr su objetivo. Pero establecer el plan es solo una parte de la ecuación. La otra parte es comprender por qué se intenta seguirlo.
A medida que una persona intenta alcanzar sus metas, inevitablemente se encontrará con obstáculos. Esto se debe a que, al fin y al cabo, los eventos deportivos son problemas complejos que una persona intenta resolver. Por ejemplo, cuando un atleta intenta competir en una maratón, debe resolver el problema de correr 42 kilómetros lo más rápido posible. Este es un proceso dinámico que presentará obstáculos que no formaban parte del pronóstico original (por ejemplo, mal tiempo, lesiones, etc.). Aquí es donde entra en juego comprender su "por qué". Puede ser fácil frustrarse, sentirse ansioso y abrumado al intentar lograr una meta compleja, y en muchos casos puede hacer que las personas se pregunten si continuar o no con la consecución de esas metas. Pero si ha establecido por qué está haciendo lo que está haciendo, puede apoyarse en eso para motivarse mientras supera esos momentos difíciles. Es un recordatorio de lo que le entusiasmó en primer lugar para comenzar su esfuerzo. Decir "Quiero competir en un maratón" es diferente a decir "Quiero competir en un maratón porque quiero demostrarme a mí mismo que puedo llevar mi cuerpo y mi mente más allá de lo que jamás imaginé, y espero que esto sirva de inspiración a mis seres queridos, que con esfuerzo pueden lograr casi cualquier cosa que imaginen". Es fácil decidir qué afirmación te llevará a la meta. Pero ahora que hemos establecido qué son los objetivos y la importancia de comprender la razón subyacente por la que haces lo que haces, veamos un plan sencillo para lograrlo por tu cuenta.
Primero, describe detalladamente tu objetivo de resultado. Incluye información sobre el tipo de evento deportivo en el que quieres competir y el plazo para lograrlo. A continuación, identifica entre tres y cinco objetivos de rendimiento que necesitarás alcanzar para lograrlo con éxito. Los objetivos de rendimiento son un poco más específicos, como aumentar la fuerza del tren inferior, mejorar la biomecánica al correr, reducir la ansiedad previa a la carrera, etc. Una vez hecho esto, enumera los objetivos de proceso que necesitarás ejecutar correctamente para alcanzar tus objetivos de rendimiento. Por ejemplo, si quieres aumentar la fuerza del tren inferior, un objetivo de proceso sería incorporar una técnica de precarga adecuada, como la maniobra de Valsalva, para levantar más peso durante un peso muerto con barra hexagonal. Una vez que hayas identificado tus objetivos de resultado, rendimiento y proceso, dedica un tiempo a escribir un diario detallado sobre por qué intentas alcanzarlos y qué esperas lograr psicológicamente al final de este proceso.
En definitiva, he descubierto que cuando los atletas reconocen que han elegido participar en una actividad que les permita resolver problemas (maratones, triatlones, etc.), empiezan a centrarse menos en lo que no pueden controlar y más en lo que sí pueden. Cuando comprendes mejor quién eres como persona y por qué haces lo que haces, el reto de superar obstáculos mentales y físicos se vuelve mucho más agradable. Cuando termines de leer este artículo, espero que aproveches la oportunidad para comprender estas características y mejorar tu rendimiento mental.